Los masajes eróticos son una buena manera de disfrutar de una experiencia muy placentera con tu ligue o pareja.
Los siguientes consejos para masajes eróticos son universales y sirven para masajes heterosexuales, bisexuales, lésbicos, aunque en esta publicación están orientados para el público gay entre hombres:
Intención
Antes de nada hay que tener un deseo sexual que compartir para fundamentar un masaje erótico gay, porque sin el erotismo no hay velas ni incienso suficiente que lo levante.
Privacidad
Lo más importante es la tranquilidad e intimidad, así que asegúrate de que nadie ni nada os va a interrumpir. Por ejemplo, resulta útil poner los móviles en silencio.
Ten en cuenta que la hora del día o de la noche influye también en el estado de ánimo. Por ejemplo, si os quedan muchas cosas que resolver durante el día estaréis pendientes de ellas. De algún modo seguirán presentes en vuestras mentes.
Ambiente
El siguiente paso es crear el ambiente adecuado para estimular el erotismo. Tanto en ti mismo como en tu pareja —o el receptor del masaje. El ambiente se construye a partir de una iluminación adecuada, tenue e íntima.
Puedes utilizar luces indirectas colocándolas detrás de pantallas o pequeñas velas con los aromas que más os gusten. Pueden ser todas iguales o de diferentes tamaños y colores. Existen velas de colores anaranjados, rojos y violetas que son muy adecuadas.
Olores
Quemar incienso, sándalo u otros aromas orientales aporta ese toque de momento especial. Además, los aromas y su dimensión olfativa añaden un clima excepcional al ritual de masaje erótico.
Ritualizar el momento
El ritmo con que hagas el masaje erótico gay va a influir mucho en la experiencia, tanto en el transcurso, como en la duración del masaje.
Así que tomaos vuestro tiempo y empezad por conectar de un modo íntimo y muy personal con el receptor de tu masaje. Miraos a los ojos, tocaos por encima de la ropa y desvestios lentamente.
Seguid solo vuestro deseo y el ritmo que marque vuestra propia pasión.
Resulta útil alargar este momento al máximo. Sed conscientes del momento, de vuestras acciones y descubrid la belleza el uno del otro.
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