Relato Gay – Follado por mi padrastro (parte 2)

Era mediodía y estaba esperando a que llegase Álex con su amigo. Papi fue puntual, acababan de dar las doce cuando sonó el portero automático.

Soy Álex – dijo en cuanto descolgué – Vengo a verte con un amigo.

Les abrí la puerta de la calle y dejé la puerta de la casa entreabierta. Al llegar, vi que el amigo llevaba un traje tan caro cómo el de papi, Álex cerró la puerta y me lo presentó

Este es Pablo – me dijo – Un samigo de la familia. Quítate todo y vamos al salón que te queremos ver bien.

Me desnudé, fuimos al salón y empezaron a magrearme

¿Qué te dije? – le preguntó Álex a Pablo – ¿Merece o no merece que lo tengas contigo?
¡Joder, joder y joder! – dijo Pablo – Un cuerpo de escándalo y absolutamente sumiso. Es un templo de Satán y seguro que es bisexual.
Seguro – respondió Álex – Una zorra como su madrastra y el niño con un buen rabo, seguro que lo hacen.
¡Qué asco! – dijo Pablo – ¡Relaciones incestuosas con tu madrastra! Eres un guarro absoluto.
Ponte de rodillas, cabrón – dijo Álex con voz dura mientras se abrían sus braguetas – Aquí hay dos pedazos de carne en barra con mucha leche.

Me puse de rodillas y empecé a chupársela a uno mientras intentaba masturbar al otro; ellos se fueron desnudando y se besuqueaban hasta que noté las dos pollas durísimas, cuando estaban a punto de gotear, Álex me lo ordenó:

¡Vamos a la cama de mami! – dijo con dureza – Yo siempre follo en la cama del dueño.

Nos fuimos a la habitación de mami y Álex empezó a señalarle a Pablo los chorretones de semen.

Seguro que aquí hay alguno tuyo – me dijo Álex
Seguro – dijo Pablo – ¡Qué asco das! ¡Hay que meterte por el buen camino!

Me puse a cuatro patas y mientras se la chupaba a Pablo, Álex me enculaba; después cambiaron de sitio y terminaron corriéndose en mi cara.

¡Vaya boca y vaya culo! – dijo Pablo – Tú eres un enviado de Satán para pervertirnos.
Hay que domarlo ya – contestó Álex – Una follada a dos pollas es lo mejor.
¿Dos pollas por mi culo? – me atreví a preguntar.
Sí, gilipollas del culo – dijo Álex fuera de sí – Dos pollas para que quedes muy tranquilo.
Que sea la última vez que nos retas – dijo Pablo glacial – Yo no permito que nadie me levante la voz y menos un mierdas como tú. Ponte a cuatro patas, gilipollas.

Me puse a cuatro patas y empecé a notar como entraban las dos pollas, poco a poco, y se abría mi culo. Ellos empezaron a impacientarse, hasta que al final mi culo se dilató y entraron las pollas de los dos.

Lo que te dije – comentó Álex – El culo al final dilata.
Seguro que se mete cosas – dijo Pablo – Un guarro así, hace cualquier cosa.

Me empotraron a lo bestia y siguieron metiendo las dos pollas. Al cabo de unos minutos, noté como mi culo se inundaba de semen y se desbordaba.

Muy bien, mierdas – me dijo Álex – Chúpanos las pollas que esto no ha hecho más que comenzar.

Les lamí las pollas y nos fuimos al baño

Ahora – anunció Álex – La ración de lluvia dorada para el perro.
Lo que quieran, amos – dije con una sonrisa.

Me empezaron a mear por encima, era genial recibir aquella ducha cuando Pablo estalló:

¡Hijo de puta! – dijo fuera de sí – Deja de mirarme mal.
¿El mierdas te ha mirado mal? – preguntó Álex retóricamente – Necesita una lección.
No, yo – empecé
¿Tú qué, mierdas? – bramó Álex fuera de sí – ¿Quieres decir que mi amigo miente por un mierdas como tú? Necesitas ya una lección que no se te olvide.

Salió del baño y volvió con su cinto de cuero, me ordenó que me pusiese a cuatro patas y empezó a pegarme en el culo mientras me insultaba, al principio gritaba un poco, pero terminé llorando de dolor.

La nenaza llora – dijo Pablo con retintín – pero va a llorar más cuando veo los juguetitos que he encontrado en su habitación.

Pablo mostraba un par de dildos gigantescos con una inmensa sonrisa de triunfo.

Eso no es mío – dije levantando la voz.
No consiento que me griten – dijo Pablo glacial – y claro, aparecen en tu habitación pero son de tu mami, de la que os viene a limpiar la casa o del vecino de al lado. Hace falta ser muy hijo de puta para echarle la culpa a otros.
Al nene le ha comido la lengua el gato – dijo Álex ante mi silencio.
Es un mierdas superlativo – dijo Pablo – Necesita una auténtica lección.

Justo en ese momento llamaron al portero automático y ellos ni se inmutaron. Me esperaba otro amigo de papi.

Orlando – dijo Álex – Puntual, como siempre. Un chico muy majo.

Pablo se fue a abrir y Álex me agarró por el pelo.
Orlando – me dijo – Es un chico que no consiente que le digan que no. Se cabrea a la mínima y no tiene freno. ¿Has entendido?
Sí, Amo – le dije totalmente sumiso – Soy su amo para lo que quiera.

En ese momento entraron Pablo y Orlando

Buenos días, Amo – dijo Orlando – Ya me ha comentado Pablo.
Este es el mierdas – dijo Álex – Hay que domarlo y dejarlo como un perrito muy sumiso.
Pero bueno – dijo Orlando con retintín – ¡Qué pequeño es el mundo, mierdas! Ahora no te pones tan gallito como cuando estábamos en el gimnasio.
¿Conoces a este mierdas? – preguntó Álex
¡Claro que lo conozco! – dijo Orlando – El mierdas se pavoneaba en el gimnasio porque Agus, el dueño, le buscaba contactos para que se abriese de patas con ellos y ganar dinero. El muy gilipollas se creía algo y nos despreciaba al resto.
¡Qué asco das! – dijo Pablo – Un chapero de mierda al que hay que convertir en un perro sumiso de un Amo triunfador. Me gusta la idea.
¡Humíllalo! – le dijo Álex a Orlando con voz glacial – Cóbrate las humillaciones que te ha hecho con altos intereses. Este mierdas va a saber desde ya el nivel en el que me muevo. Que sepa que tengo gente más que suficiente a mi servicio para que hagan lo que me salga de los cojones.

Conocía a Orlando del gimnasio y era una bestia culturista de más de dos metros con el cuerpo perfectamente cincelado y totalmente depilado. Vestía pantacas y botas de cuero negro que le daban un aspecto absolutamente brutal.

¡Lámeme las botas, mierdas! – bramó Orlando – Me las tienes que dejar bien limpias.

Empecé a lamerle las botas mientras Álex me ponía collar y correa para entregárselo a Orlando

La doma comienza aquí – dijo Álex – Quiero que sea un perrito sumiso y todo vaya como la seda.

Le seguí lamiendo las botas a Orlando mientras él exigía que lo hiciese con más rapidez y me pegaba en el culo con la fusta que llevaba. En un momento, tiró de la correa, levanté la cara y me cayeron en la cara los lapos de los tres Amos.

¡Qué mierda eres! – dijo Pablo con desprecio
Lámeme la polla, mierdas – dijo Orlando totalmente glacial – Sólo lame, no tragues.

Empecé a lamerle la polla a Orlando y noté cómo se la ponía cada vez más dura; en un momento, volvió a tirar de la correa para arriba y me volvieron a caer los lapos de los tres Amos en la cara.

¡Hijo de perra! – bramó Pablo fuera de sí – ¡Me has vuelto a mirar mal!
El nene mira mal a la gente porque se cree algo – dijo Orlando – Vamos a bajarle los humos.
Fistéalo – dijo Álex con voz dura – Que este mierdas empiece a saber cómo nos las gastamos.
Mira mierdas – dijo Orlando poniéndome su puño de la cara – Mira bien porque este puño va a entrar por tu culo y, si no dilatas bien, te hace mucho daño.

Álex me aplastó la cara contra el suelo mientras empezaba a notar cómo Orlando me iba abriendo el culo, primero me metió dos dedos, luego tres y al final me metió todo el puño. Mi culo ya estaba dilatado y entró hasta el fondo.
¡Joder! – exclamó Orlando – El mierdas ya tiene el culo dilatado.
Lo follamos a dos pollas y se mete cosas – dijo Álex – Es un guarro. Fistéalo a tu gusto y luego fóllatelo.

Orlando metió hasta la muñeca y luego dilató mi culo a lo bestia entre los elogios de Álex y Pablo. Me lo dejó bien abierto y lo enseñó.

Genial como siempre – dijo Pablo – Eres el mejor.
Muy buena apertura – dijo Álex – Fóllate a la putita y os esperamos en el salón.

Me puse a cuatro patas encima de la cama y Orlando me empotró a lo bestia mientras me agarraba del pelo

Bueno mierdas – me dijo tirándome un móvil a mi lado, mientras me abofeteaba – Llama a Agus para saber si te puedo follar o no y si ya he pagado o te doy a ti la pasta.

No le contesté y eso le encabronó

¿Qué pasa zorrita? – me dijo con retintín – ¿No quieres llamar a tu chulo? Lo voy a hacer yo para que sepa la mierda que eres.

Noté como manipulaba el teléfono, oí el sonido de la llamada y al poco la voz de Agus

Hola Agus – le dijo Orlando – Estamos en una videollamada porque quiero mostrarte a qué se dedica tu putita en ratos libres. Me lo estoy tirando.
Será cabrón el desgraciado – bramó Agus
Aquí lo tienes – dijo Orlando poniéndome el teléfono delante de la cara – para decirle lo que quieras.
Eres un auténtico hijo de puta – gritó Agus – Después de lo que he hecho por ti, me lo pagas follando con cualquiera. Vete a la mierda y por aquí no vuelvas más, cabronazo. Tú y yo hemos terminado.

Noté como en un momento Orlando se corría en mi culo y yo le lamía el semen que tenía por su polla.

Nos esperan en el salón – me dijo Orlando.

Me llevó como el perro que soy con collar y correa al salón donde nos esperaban Pablo y Álex

Bien, mierdas – dijo Álex – Nosotros no hemos estado aquí, tu mami no sabe nada de esto y esta tarde seguimos hablando.
Necesitas modales y educación – dijo Pablo – Y nosotros sabemos cómo dártelos.

Intenté coger la ropa y Álex me lo impidió.

Esta ropa nos la llevamos – me dijo – Ya te la devolveremos.

Me quedé solo y volví a la habitación. Por la tarde, Álex me mostró por donde iba a ir mi educación y a mami le encantó, pero eso son otras historias.

Relato escrito por: @_Perrito_sumiso

Relato Gay – Follado por mi padrastro (parte 1)

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

  • NO son campos obligatorios: Email, Nombre y Web

Información sobre protección de datos

Responsable: CRUISINGMAD.COM

Fin del tratamiento: Controlar el spam, gestión de comentarios

Legitimación: Tu consentimiento

Comunicación de los datos: No se comunicarán los datos a terceros salvo por obligación legal.

Derechos: Acceso, rectificación, portabilidad, olvido.

Contacto: cruisingmad@gmail.com

Orgullosamente ofrecido por WordPress | Tema: Baskerville 2 por Anders Noren.

Subir ↑

error: Content is protected !!